lunes, 5 de mayo de 2008

Pensamientos II

El poder de las maravillas abstractas es lo que me ayuda a crecer, estando en mis derrumbes. Mil rosas se marchitaron y la flor de liz que nunca encontré se perdió en el templo griego. Una noche, una noche más de silencio, una noche más de luz y un día normal en la vida del caballo.

La academia de los eruditos en pleno apogeo, se equivoco cuando puso el templo antes que el sol. Antes de la mañana, el día y antes de la noche la mañana, todos se equivocaron pero su peor equivocación fue en la evocación al temple y su tan llamada perfección celestial.

La insincera caricia de un amanecer pleno de las cosas vacías entre los terraplenes del coespacio, mientras tu sincera sonrisa me permite caminar. En el idus de abril seré asesinado por una mala borrasca que me llevara a los tiempos de Eva y me perderé en la distancia.

Thiaggo

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