Una lluvia de abril jugué con la
Esfera hasta que la lluvia cesó
Un motivo diferencial me hizo
Pensar en cosas que mi razón
Aun no puede contemplar, en ese
Instante una gota me susurro al oído
Que te quiero y que no
Debería renunciar a ti por motivos incrédulos
Y perezosos.
Me dijo que luchar por ti es lo más cercano
Al Olimpo donde los astros crean a los dioses.
Mientras la gota se dividía en muchas más
Que me repetían su canto en bolas de cristal,
Yo veía las esferas cambiar de color
Y mostrarme tu sagrado rostro.
El sonido de la lluvia al caer, despertó a las
Hadas del crepusculario y redactaron una pasión inmensa,
Donde el cielo se torno amarillo, con nubes azules y una
Lluvia sin cesar.
Buscando un exilio a la razón, una copa derramada
Me invitó a tomar de su elixir y en ese preciso instante
Desperté en una lluvia de abril donde las gotas
Me susurraban al oído que al tenerte: me siento vivo,
Y que al quererte: celestial.