martes, 4 de agosto de 2009

Jack Daniels



Sentado en la barra
a los lejos veo mi reflejo
así, todo demacrado y agotado.

Es muy fácil sentir el bullicio
a mis espaldas.

El calor azota
y el sofoque prosigue su ejecución.

Mientras aprecio el vaso
pienso en tí,
fruta silvestre del bosque.

Otro más,
y me encuentro frente
a la masa negra que en el día
le llaman playa.

En el horizonte
restos de un naufragio
se iluminan por la luz
irradiante de la luna,
varada a lo largo del firmamento.

Ahí, entonces,
pienso en tí
fruta silvestre del bosque.

Pensamientos III

Usado,
debil e incoherente.

No del todo un galan
menos un casasnova.

Escribiendo sentimientos
inspirados en musas como tú.

Cuantas veces hoy no te he pensado?

Jugar a la ascepcia
siempre me ha sido difícil.

Tal vez, esa es,
la razón de mis fracasos.

Copacabana



Nada dulce
tus miradas fueron.
Una carencia enigmática
de abrazos y sonrisas.

Aquel tiempo de la inocencia,
se fumó.

El cariño siempre condicionado
y vertido en tu cocktail rosa.

Antes una chiquilla con buen cuerpo,
hoy solo las gemelas necesitas
para la absoluta perfección.

Nunca he tenido el coraje
de contarte que tan rápido
conducías mi corazón
ni que tan roto quedó.

A duras penas te enterre
ahí en lo profundo de mis historias
vicios y escritos.

Sosteniendo aquel trago rosa
sonriente, mojada y quemada
me habría gustado, que no me hubieras gustado.